Reeditado el 16 enero, 2020
En este xiringuito de la playa de Oliva trabajé dos ajetreados veranos.
En aquella época, ya casi lejana, se podía abrir tranquilamente hasta las 7 de la mañana.
A esas horas mi función era sacar una escoba y barrer a la gente para que se fuera a casa.
Al fondo,
iba saliendo tímidamente el sol.
Aaay… qué recuerdos… que me estoy haciendo viejo…)