Esta postura fue un gran descubrimiento. La uso de vez en cuando y funciona muy bien para conseguir que el sueño venga más rápido e incluso mejor.
“En el ámbito corporal, permite relajar todo el cuerpo al máximo, siempre que nos centramos y ponemos atención a todos los detalles. No es sólo estirarse y dormir, sino que hay que poner atención a la disposición del cuerpo: las manos deben mirar hacia arriba, rotando los hombros y abriendo el pecho, abandonar el peso del cuerpo en el suelo sin que haya zonas tensas, siempre buscando la relajación de la musculatura más profunda, no sólo la superficial, esta es la primera dificultad de la savasana.”