Salamanquesa Andragó
Tarentola mauritanica
La salamanquesa común es un pequeño lagarto ampliamente distribuido por los países de la cuenca del Mediterráneo. Es bastante común en la península ibérica, con frecuencia conviviendo con los seres humanos en edificios de pueblos y ciudades.
La salamanquesa común es el mayor geckónido de Europa. Varias hileras de tubérculos recorren su cuerpo, patas y cola, dándole un aspecto espinoso. Los dilatados dedos forman unas almohadillas adhesivas, con pequeñas uñas en los dedos tercero y cuarto.
Descripción
Los adultos pueden llegar a medir de 5 a 15cm, más una longitud similar o poco más para la cola. El lomo, las patas y la cola tienen bultos cónicos prominentes. Su cuerpo es robusto, aplastado, y su cabeza grande y ancha, triangular y separada del cuerpo por un pescuezo marcado. Su color habitual es de un gris pardusco o marrón, con variaciones desde el gris blanquecino hasta el casi negro, con manchas más claras y oscuras; el vientre es blanquecino. Su boca es obtusa, y sus ojos grandes, sin párpados y con pupila vertical.
Los dedos, cinco en cada extremidad, tienen protuberancias laminares laterales e inferiores que le proporcionan cierta adherencia para trepar y desplazarse por superficies verticales (incluso en cristales).
Distribución y hábitat
Podemos encontrar la salamanquesa en el sur de Europa, el noroeste de África e islas del Mediterráneo. En la Península Ibérica la mayor parte de las citas se hallan en el centro, sur y este. En Baleares aparece en todas las islas. Ocupa cualquier hábitat no excesivamente frío, con adecuada insolación y que disponga de refugios adecuados, como roquedos, troncos de árboles o construcciones humanas, como casas, muros, bancales, o majanos.
Comportamiento
Su color cambia de intensidad dependiendo de la luminosidad que recibe su piel: cuando se encuentra activa durante el día el color es más oscuro que durante la noche.
Curiosidades
Cuando pierde su cola puede regenerarla, aunque la nueva es más lisa y carece de bultos.