Este autor, a quien se le nota que ha pisado muchas horas de huerto, es de los pocos que he leído hasta ahora que consigue darle la vuela a los libros de permacultura y hacer algo único y valioso. Este libro es muy práctico y bastante entretenido. Quizás el único inconveniente (y que hay que tener en cuenta) es que sus huertos están en el sur de Francia y hay cosas que no valen para el sur de Valencia. Aún así es un buen libro. Muy bueno.
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