Aunque hay muchos debates acerca de internet: las noticias falsas, la intoxicación y polarización de la sociedad, los bots, las deep fakes… hay un debate, una idea, que no suele verse mucho y es la cantidad de contenidos basura que se generan a cada minuto y la cantidad de contenidos absolutamente prescindibles que acabamos tragándonos a lo largo del día. Sobretodo en redes sociales. Puta mierda las redes sociales.
Es falso que hoy en día la gente lea menos, juraría que en realidad leemos más que nunca ya sea en forma de whatsapps, noticias mierda, facebooks o tweets. La falta de lectura no es pues un problema real, el problema es la dificultad para encontrar textos realmente bien escritos, que acaban sepultados bajo una avalancha de basura.
Por textos bien escritos me refiero a textos que te hagan parar y leer con atención. Textos que te hagan sentir que el tiempo no tiene valor, que el valor está en la capacidad de emocionarte.
Esta crónica de un viaje por el antártida que me encontré ayer es el mejor ejemplo de un texto MUY bien escrito, MUY emocionante y MUY pausado. Muy slow food. Muy de escribir con el alma y ser capaz de contagiar al lector. Así sí.
Hay demasiada luz, por Eliane Brum @ El País: https://elpais.com/internacional/1579460233_67527
Actualización: He eliminado el enlace a El País porque vaya panfleto ridículo en el que se han convertido todos los periódicos. No voy a volver a enlazar contenidos a este tipo de medios