Hubo un verano en el que deambulé por la ciudad de Barcelona vendiendo dibujos a turistas. El único dinero que tenía lo conseguía de esa manera. Uno de los mejores veranos de mi vida. Estas fotos son de aquella época.
Este dibujo sosísimo se quedó sin vender. Mis grandes hits eran: Parc Güei, un par de plazas conocidas e iglesias.
La práctica totalidad de dibujos que hice y vendí eran una birria pero me ayudaron a “soltar la mano” y a mostrar mi trabajo a quien fuera sin que se me importase lo malo que fuera.
Dibujar la Sagrada Familia era horrible. Lo intenté un par de veces pero no me salía rentable. Perdía mucho tiempo con los detalle. Creo que es una construcción sobrevalorada. Gaudí tiene cosas mucho mejores.
Casi acabando el verano me “fichó” una chica holandesa para hacer unas 10 ilustraciones de dos restaurantes de su hijo. Me invitaban a comer mientras hacía los dibujos.