Creo que muchos se aferran a la versión oficial que da la medicina/industria occidental porque la alternativa es el vacío. El desamparo. Por eso merece la pena llenar ese vacío con algo nuevo y marvilloso. El Método Wim Hof y el higienismo funcionan son buenas alternativas.
Y poco a poco, ir entrando en el increíble mundo de lo sutil, lo poético, lo espiritual. Poco a poco. Sin pasarse. Y merece la pena hacerlo porque funciona y sienta bien. Pero primero hay que ir derribando prejuicios.